Introducir una nueva política de uniformes en su negocio puede ser muy emocionante, sin embargo, siempre vale la pena comprender lo que piensan sus empleados para ayudar a asesorar a la creación de su nuevo uniforme. Ayúdese siendo proactivo e involucrando a su fuerza de trabajo para abordar cualquier inquietud potencial, al principio del proceso. En DOTAMOS S.A.S reunimos las 5 quejas más comunes sobre uniformes corporativos y le brindamos consejos sobre cómo responderlas de una manera que ponga sonrisas en la cara de todos.

 

1) «Mi ropa de trabajo es incómoda»

 

Una de las quejas más comunes hechas por los empleados sobre sus uniformes es que es incómodo. Lo importante es entender por qué son incómodos, por lo que puede hacer algo al respecto. ¿Se ajusta mal o la tela es de mala calidad? ¿Hay otra característica en la prenda que está irritando a su personal? Los uniformes mal ajustados en algunos trabajos no solo pueden ser incómodos, sino que pueden hacer que el empleado se sienta cohibido por su apariencia, lo que puede afectar su desempeño laboral. La mayoría de los proveedores de uniformes de buena reputación lo ayudarán a medir a su personal o le brindarán las herramientas que necesita para facilitar la tarea. Si el presupuesto lo permite, procure obtener una cuadrícula de dimensionamiento para usar en su oficina cuando evalúe a cada empleado. Una cuadrícula de tallas es un conjunto de prendas en todos los tamaños comunes que probablemente necesitará para su fuerza laboral. Esto permite a los empleados probarse una muestra de la prenda real para comprobar si le queda bien. De esta manera, se sienten en control y pueden elegir un tamaño en el que se sientan cómodos.

 

2) No me siento «yo» en un uniforme

 

Conformarse con un uniforme puede ser confrontante para algunos, o ser considerado menos glamoroso por otros. Los comentarios comunes son que los empleados no pueden expresarse y encuentran que los uniformes son «poco halagadores». Esto puede causar inquietud cultural en su equipo si no presta atención, lo que resulta en individuos descontentos y de bajo rendimiento que pueden no sentirse tan seguros de un uniforme en el que no han aportado. Siempre que sea posible, permita cierta flexibilidad en la política de uniformes para que las personas puedan expresarse. Eso puede venir en la forma de permitirles elegir qué artículos en la gama de uniformes quieren usar en un día determinado, o la flexibilidad para agregar accesorios complementarios, corbatas o zapatos de su elección.

 

3) No he recibido suficientes uniformes

 

Algunas empresas cometen el error de no proporcionar a sus empleados cantidades suficientes de su uniforme, lo que puede generar un estrés adicional para el miembro del personal para asegurarse de tener un uniforme limpio para usar todos los días. Lo ideal es que desee suficientes artículos uniformes para rotar fácilmente entre usar, ensuciar, lavar y secar en cualquier momento. Consulte a su personal sobre la cantidad preferida de artículos que sienten que necesitan para administrar cómodamente sus uniformes semanalmente. Siempre que sea posible, permítales la opción de comprar prendas adicionales, a su propio costo, si requieren más del presupuesto uniforme asignado.

 

4) El uniforme está desactualizado

 

La actualización o el establecimiento de un uniforme corporativo puede encontrarse en la parte inferior de la lista de prioridades para muchas empresas, ya que buscan cumplir objetivos, alcanzar metas y administrar las operaciones diarias. La moral del personal puede verse afectada cuando se dan cuenta de que otras compañías se han mantenido al día con las tendencias para desarrollar su uniforme corporativo, y no lo han hecho. Esto puede conducir a sentimientos de vergüenza, sentirse fuera de lugar o desconfiado en su camino hacia y desde el trabajo. Alinee sus objetivos uniformes con los objetivos de su marca. Si desea que su marca siga siendo relevante y esté en contacto con las últimas tendencias en su industria, no debe subestimar el poder de un uniforme corporativo relevante para ayudar a que su marca se destaque en la mente de los clientes. En última instancia, usted desea que a sus empleados les guste genuinamente su uniforme y se sientan orgullosos de usarlo.

 

5) El uniforme no comunica correctamente

 

Algunas compañías operan con la regla de «si no está roto, no lo arregles», pero cuando se trata de uniformes, es posible que desee volver a evaluar su relevancia cada dos años. Esto lo ayudará a asegurarse de que el uniforme aún se alinee con la visión y con la base de clientes de su empresa. Los uniformes solían ser solo eso: un uniforme. En estos días, los uniformes tienen un enfoque más sofisticado, donde los diferentes departamentos pueden tener uniformes complementarios específicos para un propósito, que son apropiados para sus diferentes roles. Siempre que sea posible, involucre a sus empleados en el proceso de toma de decisiones al evaluar a los diferentes equipos en su negocio.

 

 

 

En resumen…

 

Las personas siempre se van a quejar, pero obtener información adecuada al principio del proceso lo ayudará a comprender el punto de vista de sus empleados, sus inquietudes y, lo que es más importante, identificar ideas que puedan agregar valor al programa uniforme. Haga hincapié en que es más que un simple «uniforme corporativo», sino una oportunidad para mostrar su marca de la mejor manera y publicitar el negocio de una manera que amplifique el éxito de la empresa en su conjunto.

 

Si no está seguro de cómo gestionar un cambio en su programa de uniformes, póngase en contacto y el equipo de DOTAMOS S.A.S le ayudará a guiarlo a través del proceso. Nuestros expertos en estilo tienen experiencia en venta minorista, estilo y moda, y pueden ayudarle a crear un programa de uniformes único específicamente para su negocio.